El equipo del "Odi"

Pocos lo tenían en cuenta cuando, en su África natal, vendía algodón y pochoclo confitado los fines de semana en el UNICO cine de Sierra Leona. Allí, el "Odi" comenzó a jugar al fútbol con una pelota de trapo que confeccionó su padre, Kunta Kinte. Como no tenía hermanos, el "Odi" jugaba con los gorilas que, como buenos animales, lo cagaban a patadas. Entonces, para evitar lesionarse, tenía que correr a mucha velocidad para no terminar tirado con expuesta de tibia y peroné. De esta manera, su velocidad comenzó a incrementarse. Algunos lo llamaron el "correcaminos tostado", otros directamente "el negro de mierda inalcanzable", hasta que lo apodaron: "El Odi, la gacela africana".
Cuando entró en la secundaria, fue llamado para jugar en el sub-20 de Sierra Leona a sus tiernos 33 años. Claro que, a pesar de sus picadas, la pelota JAMAS LLEGABA y el equipo quedó eliminado en primera vuelta. Sin embargo, el "coco" Ameli lo vio y se enamoró de él. Hicieron el amor durante horas y luego lo recomendó para el L.A Politics. Fue probado analmente, y así quedó en el equipo. Hoy, con su velocidad y su capacidad goleadora es PIEZA CLAVE del equipo y promete más desbordes y más picadas.